Lo primero que tienes que saber para hacer que tus relaciones de pareja funcionen es que la primera relación que ha de ser exitosa es la que tienes contigo mismo.
La mayoría de las personas van a una relación a buscar algo, cuando el objetivo ha de ser dar y construir. Y nadie puede dar lo que no tiene.
Entonces, ¿cómo tener una relación exitosa contigo? Antes de encontrar pareja tenemos que ser capaces de encontrar nuestras debilidades. Es un error llevar nuestras heridas a la relación para ver si a través de ella nos sentimos mejor y nos curamos.
Las cinco heridas principales de la infancia son: el rechazo, la injusticia, el abandono, la humillación y la traición. Y se producen, principalmente, en la relación con nuestros padres.
Estas relaciones primarias construyen nuestro ego y nuestra realidad, y nos marcan a la hora de crear relaciones adultas. Somos o no somos en función de lo que percibimos de nuestros padres así que, si de niños nos sentimos rechazados, habremos aceptado que hay algo malo en nosotros y de adultos buscaremos sanar esa herida a través de una relación.
Todos tenemos alguna herida. Para saber qué heridas puedes tener tienes que buscar tus reacciones intensas ante la pérdida y el dolor, observar el contexto en el que se producen y ver si son recurrentes.
Una vez hemos identificado nuestras heridas y tenemos una buena relación con nosotros mismos, toca relacionarnos. Para eso, hoy compartimos contigo herramientas para gestionar las emociones que más cuestan en pareja:
- Miedo: a no ser suficiente, a no ser amado, a no ser correspondido. El miedo hace que el amor desaparezca y da paso al control.
¿Cómo lo gestiono? Primero, reconociendo que es miedo. Una vez reconocido, determinar de qué manera puedo prepararme para el escenario. Y por último hacerte la pregunta: y si sucede lo peor, ¿qué? Te darás cuenta que tampoco es tan grave.
- Culpa: cuando haces algo que dijiste que nunca harías. La culpa te debilita, toleras las cosas que sean necesarias para que la otra persona te perdone.
¿Cómo la gestiono? La culpa es una señal de acción. Como tú has incumplido algo importante para ti, una creencia o una norma, la culpa te recuerda que algo ha pasado. Lo que viene a decirte es que tienes que revisar esas creencias o normas. Si una vez revisadas concluyes que están bien, tienes que revisar tus acciones. Hay que ser consciente de que muchas veces tenemos culpas de otros (creencias heredadas).
- Frustración: cuando lo que tenemos no coincide con lo que queremos y se mantiene en el tiempo, nos frustramos. Y hacemos lo que sea para conseguir que sea diferente. Hace que recurramos al poder, a cometer errores, y nos hace perder el juicio.
¿Cómo la gestiono? Buscando personas que hayan pasado por lo mismo y lo hayan solucionado. Aquí tienes que ser vulnerable y tener coraje para preguntarles. Pueden ser tus mentores, coaches, etc.
Esperamos que lo empieces a aplicar y te sirva para empezar a construir relaciones sanas.
Si quieres profundizar, te dejamos la conferencia entre Sergio Fernández y Tino Fernández, donde hablan sobre las parejas con éxito:
Te esperamos en el próximo post.
¡Gracias por leerlo y compartirlo!
El Equipo de Instituto Pensamiento Positivo
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