Nos encontramos en el mejor momento del año para tomar decisiones y no esperar más. Y, al contrario de lo que puedas pensar, para decidir tienes que sentir, no pensar, y hoy te contamos las razones.
Normalmente dudamos entre lo que creemos que debemos hacer, lo que nos dice nuestra cabeza y lo que nos pide el cuerpo. Y para saber lo que quieres realmente tienes que ser capaz de sentirlo, contactar con tu emoción y saber qué desea tu alma.
Para ello tienes que preguntarle a tu inconsciente, que te dará la respuesta en su propio lenguaje. Quizás no es a través de un discurso o usando argumentos como haría tu mente, sino que lo hace a través de imágenes o recuerdos.
Si no te sientes no puedes saber lo que quieres. Para encontrar tu naturaleza verdadera tienes que quitar los obstáculos, hacer un recogimiento interno y contemplar, y aparecerá sola. Aléjate de todo lo que te han dicho y sólo siente.
Una vez sabes lo que desea tu alma puedes tomar decisiones. No consiste en hacer un borrón y cuenta nueva y empezar de cero de forma drástica y definitiva, eso puede resultar abrumador y quizás es el motivo por el cual no tomas una decisión. Consiste en ver de forma diferente y desde un lugar nuevo aquello que está sucediendo. A veces nos hacemos a la idea de algo y sólo vemos a través de esa idea, la situación ha cambiado pero la seguimos viendo como la veíamos al inicio.
Ir a favor de tu propósito sabemos que no es una tarea fácil, vas a tener que mantenerlo y tomar la decisión de seguirlo “a pesar de”. La vida te enviará pruebas en tus puntos débiles para que progreses y desarrolles una capacidad dormida en ti y la refuerces para que la próxima vez consigas tener una fuerza mayor para aguantar.
Nuestro último consejo: haz lo que has venido a hacer a este mundo lo mejor que puedas con las herramientas que tienes y suelta el resultado.
Esperamos que te haya servido para entender que no puedes decidir desde la mente sino desde el sentir.
Te esperamos en el próximo post.
¡Gracias por leerlo y compartir
El Equipo de Máster de Desarrollo Personal.
‘¿Qué es lo peor que te puede pasar?’